Fuego Extraño

Entre los mitos religiosos que las personas transmiten sin fundamento Bíblico es:

- Mientras yo sea sincero, no importa como adore a Dios.

- Para que Dios acepte mi adoración solo vasta hacerlo de corazón.

Sin embargo, este mito religioso muy expandido, está alejado de la voluntad de Dios. Pues Dios según revela su palabra santa, no le ha dado al ser humano la libertad de adorar a Dios según su parecer, al contrario, hay claros ejemplos en el Antiguo Testamento donde Dios ejecuto la pena máxima a aquellos que quisieron adorar a Dios según su propio parecer aunque lo hayan hecho de corazón.

Según la carta escrita por Pablo a los romanos, él les indicaba que:

Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza. (Romanos 15:4)

Y de igual manera hacia referencia al AT  respecto a los acontecimientos trágicos de los judías en su desobediencia:

Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos. (1 Corintios 10:11)

Por ejemplo: el caso de los hijos de Aarón que ofrecieron fuego extraño delante del Señor. Dios ordeno fuego del altar, no podían usar otro fuego que no sea del altar.

Ofrecer fuego extraño era desobedecer este mandamiento para la adoración de Dios, ellos adoraron a Dios con fuego extraño, Al desobedecer a Dios respecto a ese mandamiento Dios rechaza la adoración.

"El fuego se mantendrá encendido sobre el altar; no se apagará, sino que el sacerdote quemará leña en él todas las mañanas, y pondrá sobre él el holocausto, y quemará sobre él la grasa de las ofrendas de paz. "El fuego se mantendrá encendido continuamente en el altar; no se apagará. (Levíticos 6:12-13)

Este es el precio de la pretensión humana cuando deciden adorar a Dios a su propio corazón aunque sea con sinceridad:

Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron sus respectivos incensarios, y después de poner fuego en ellos y echar incienso sobre él, ofrecieron delante del SEÑOR fuego extraño, que Él no les había ordenado. Y de la presencia del SEÑOR salió fuego que los consumió, y murieron delante del SEÑOR.

Entonces Moisés dijo a Aarón: Esto es lo que el SEÑOR habló, diciendo: "Como santo seré tratado por los que se acercan a mí, y en presencia de todo el pueblo seré honrado." Y Aarón guardó silencio. (Levíticos 10:1-3)

Con esto en mente podemos hablar del Caso de Uza, un varón que con total sinceridad y de corazón quiso evitar que cayera el arca del pacto al suelo y todo el artefacto y murió, a pesar de su buena intención Dios había dado un mandato explicito, y era necesario realizarlo de esa manera:

Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, para que la pudieran llevar de la casa de Abinadab que estaba en la colina. Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo. Y lo llevaron con el arca de Dios de la casa de Abinadab que estaba en la colina, y Ahío iba delante del arca. David y toda la casa de Israel se regocijaban delante del SEÑOR con toda clase de instrumentos hechos de madera de abeto, y con liras, arpas, panderos, castañuelas y címbalos.

Pero cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió la mano hacia el arca de Dios, y la sostuvo porque los bueyes casi la volcaron. Y se encendió la ira del SEÑOR contra Uza, y Dios lo hirió allí por su irreverencia; y allí murió junto al arca de Dios. (2 Samuel 6:3-7)

Solo los levitas y de determinada casa podía trasportar el arca del pacto.

En aquel tiempo el SEÑOR apartó la tribu de Leví para que llevara el arca del pacto del SEÑOR, y para que estuviera delante del SEÑOR, sirviéndole y bendiciendo en su nombre hasta el día de hoy. (Deuteronomio 10:8 )

Estos 2 casos reflejan claramente lo que el Apóstol Inspirado aconsejo a los cristianos en sus cartas dirigidas a los romanos y a los corintios.

Dios quiere que estemos bien moralmente, pero también exige que la adoración ofrecida sea de acuerdo a su Palabra.

Adoración en Espíritu y en Verdad:

1. Cantar sin acompañamiento de música instrumental. (Hebreros 13:15)
2. Orar decentemente y con orden: un solo director de la oración (1 Corintios 14:40)
3. Comunión de la cena cada domingo (Hechos 20:7)
4. Predicar el evangelio puro de Jesús de Nazaret llamado el Cristo (1 Corintios 1:23)
5. Ofrendar según haya prosperado (1 Corintios 16:2)
6. Guardarse sin mancha del mundo: moralidad y corazón sincero (Tito 2:12).

Si solo queremos enfatizar la parte moral, hemos fallado ante Dios, de la misma manera si nos enfatizamos solo la parte doctrinal, y descuidamos lo moral.

Sacrificios Espirituales Aceptables a Dios

También vosotros, como piedras vivas, ser edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Los que hemos estado involucrados ya por años en el trabajo evangelistico, siempre escuchamos la frase: Una iglesia es tan buena como lo otra; y muchos usan este argumento como un mito religioso, pero es solo eso: un mito, y la lamentablemente sin sustento bíblico, no hay una sola parte de las Santas Escrituras que enseñen eso, al contrario, la Santa Palabra de Dios refuta este tipo de argumentos; para aquellos promotores del movimiento ecuménico y que todas las iglesias son tan buenas como las demás porque se suponen que adoran al mismo Dios, tendrá que enfrentarse a Cristo en el tribunal supremo y comparecer por enseñar esa lógica humana.

Cuando el divino Maestro andaba caminando las regiones de Galilea, el enseñaba públicamente a las multitudes que le seguían, una ocasión al pie de una montaña Jesús se sentó, y comenzó a enseñar a las multitudes de manera pública, y entre su gran sermón de la montaña el concluía su discurso con las siguientes palabras:

No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: "Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD." (Mat 7:21-23)

Esta es la doctrina de Cristo, y puede resultar incómodo y hasta ofensiva a muchos lectores, pero aquí Jesús como luz de las naciones, hace una declaración muy clara y puntual de la división entre los que Dios acepta y a los que Dios rechaza:

Aceptados: “El que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.

Rechazados: muchos hicieron (voluntad humana) en el nombre de Cristo (pero no hicieron la voluntad del Padre).

La Palabra de Jesús destruye todo argumento de que cualquier iglesia es tan buena como la otra. A los ojos humanos una iglesia puede ser buena, pero a los ojos de Dios es mala:

'El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.'"

Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: "El Amén, el Testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto:

'Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!

Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.  

Porque dices: "Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad"; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo, (Apocalipsis 3:13-17).

Muchas iglesias y hombres hablan bien de sus propias iglesias, y las personas ven que son iglesias buenas, y expresan sus pensamientos: “Es una buena iglesia” pero cuando Cristo pasa por esa iglesia y las mide con el modelo de la iglesia de Nuevo Testamento, se da cuenta que no es igual, entonces Cristo la rechaza: “Son iglesias dignas de lastima”.

Hay que medir con la plomada, si la iglesia tiene las medidas de Dios. Sino serán rechazadas, y aunque su adoración sea ofrecido a Dios, no es aceptable.

Son iglesias del linaje de Caín, ofrecen lo que ellos quieren y Dios rechaza ese sacrificio espiritual.

Las iglesias que hacen la voluntad del Padre que está en los cielos, son iglesias que ofrecen sacrificios espirituales aceptables a Dios, pues simplemente obedecen como Abel.

Y aconteció que al transcurrir el tiempo, Caín trajo al SEÑOR una ofrenda del fruto de la tierra. También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de los mismos.

Y el SEÑOR miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero a Caín y su ofrenda no miró con agrado. Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó (Génesis 4:3-5).

La ofrenda de ambos fue ofrecido a Dios, pero una fue aceptable y otra rechazada.

Así ocurre con la adoración que se ofrece a Dios:

Dios acepta una pero rechaza otra. La adoración que Dios acepta es la que esta revelado en las páginas del Nuevo Testamento, allí Dios indica que tipo de Adoración acepta y también que tipo de adoración rechaza; Jesús mismo declaro el tipo de adoración aceptable:

Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren.

Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad (Juan 4:23-24)

La adoración aceptable debe realizarse en espíritu y en verdad, es quiere decir que debe ser espiritualmente y que se haga tal y como esta revelado en la palabra de Dios.

Sacrificios espirituales aceptables a Dios:

También vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. (1Pedro 2:5)

La adoración en espíritu y en verdad es la siguiente:

Cantar sin acompañamiento de música:

Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre. (Hebreos 13:15)

Orar una sola persona y no todos a la misma vez.

¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada cual aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para edificación. (1 Corintios 14:26)

Ofrendar voluntariamente; no pagar diezmo (impuesto)

Que el primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas. (1 Corintios 16:2)

Predicar: Enseñar la Doctrina de Cristo; no mandamientos de hombres.

Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los judíos, y necedad para los gentiles; (1 Corintios 1:23)

Practicar la santa cena cada primer día de la semana; no de vez en cuando ni con elementos extraños.

Y el primer día de la semana, cuando estábamos reunidos para partir el pan, Pablo les hablaba, pensando partir al día siguiente, y prolongó su discurso hasta la medianoche. (Hechos 20:7)

Y también fue Jesús mismo quien declaro que tipo de adoración es rechazada:

¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de vosotros cuando dijo:

"ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI.

"MAS EN VANO ME RINDEN CULTO, ENSEÑANDO COMO DOCTRINAS PRECEPTOS DE HOMBRES." (Mat 15:7-9)

Adoración rechazada: Es aquella que por estar basado en doctrinas preceptos de hombres, se convierte en adoración Vana, por obedecer la voluntad de los hombres y no la voluntad del Padre que está en los cielos.

Música instrumental: Dios no pide música instrumental en su adoración, así como tampoco Dios pidió el fruto de la tierra que ofreció Caín.

Desorden en la iglesia: Todos oran generando desorden y confusión. Dios es un Dios de Orden y no de confusión:

Por tanto, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos sin ese don o son incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? (1 Corintios 14:23)

Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos (1 Corintios 14:33) 

Pero que todo se haga decentemente y con orden. (1 Corintios 14:40)

Diezmo: (Dios rechaza este tipo de adoración pues Dios ya cambio la Ley, el sacerdocio y abrogo el mandamiento del diezmo).

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas. (Mat 23:23)

El diezmo pertenece a la Ley de Moisés, y el diezmo es un impuesto para el mantenimiento del templo y el salario del sacerdocio levítico, ya no estamos bajo la ley de Moisés, ya no hay sacerdocio levito, por tanto la ley del diezmo se abrogo:

Y, por decirlo así, por medio de Abraham aun Leví, que recibía diezmos, pagaba diezmos, porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.

Ahora bien, si la perfección era por medio del sacerdocio levítico (pues sobre esa base recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad había de que se levantara otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no designado según el orden de Aarón?

Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley. (Hebreos 7:9-12).

Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil (Hebreos 7:18).

El mandamiento del diezmo queda débil e inútil pues ya no hay templo ni sacerdocio levítico, ya no hay razón de ser para el mandamiento del diezmo. El diezmo era un impuesto nacional en especie y se pagaba 1 vez al año (Deuteronomio 14:22).

Predicar: Evangelios diferentes y pervertidos.

Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

Pero si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciaran otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. (Gálatas 1:6-8)

Predicar un evangelio mezclado o pervertido, atrae sobre la iglesia la maldición directa de Dios.

Cena del Señor indignamente

Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor, (1Co 11:20)

No se reúnen para conmemorar la cena del Señor y si lo hacen usan elementos extraños en la cena del Señor. Jugo artificial o vino fermentado y pan con levadura; hay sectas modernas que ya ni lo comen, solo lo pasan entre sus manos.

La pregunta final es: ¿Tu adoración o tu sacrificio espiritual es como la de Abel o Caín?